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¿Dehydroepiandrosteron altera la sensibilidad al dolor?
La sensibilidad al dolor es un mecanismo fisiológico esencial para la supervivencia humana. Nos permite detectar y responder a estímulos dolorosos, lo que nos ayuda a evitar lesiones y enfermedades. Sin embargo, en ciertas situaciones, como en el caso de los atletas de alto rendimiento, la sensibilidad al dolor puede ser un obstáculo para alcanzar el máximo rendimiento. Por esta razón, muchos deportistas recurren a sustancias que puedan alterar esta sensibilidad, como el dehydroepiandrosteron (DHEA). Pero, ¿realmente esta hormona tiene un efecto en la sensibilidad al dolor? En este artículo, analizaremos la evidencia científica al respecto.
¿Qué es el dehydroepiandrosteron?
El dehydroepiandrosteron, también conocido como DHEA, es una hormona esteroidea producida por las glándulas suprarrenales. Es un precursor de las hormonas sexuales masculinas y femeninas, como la testosterona y el estrógeno. Además, también tiene efectos en el sistema nervioso central, actuando como un neurotransmisor y modulando la función cognitiva y emocional.
El DHEA se ha popularizado en el mundo del deporte debido a sus posibles efectos en la masa muscular, la fuerza y la resistencia. Sin embargo, su uso en el deporte está prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) debido a su potencial para mejorar el rendimiento y su inclusión en la lista de sustancias prohibidas.
Efectos del DHEA en la sensibilidad al dolor
Existen estudios que sugieren que el DHEA puede tener un efecto en la sensibilidad al dolor. Por ejemplo, un estudio realizado en ratones mostró que la administración de DHEA redujo la sensibilidad al dolor en un modelo de dolor neuropático (Kostic et al., 2016). Además, otro estudio en humanos encontró que la suplementación con DHEA disminuyó la sensibilidad al dolor en pacientes con fibromialgia (Strickland et al., 2000).
Sin embargo, otros estudios han encontrado resultados contradictorios. Un estudio en ratas mostró que la administración de DHEA aumentó la sensibilidad al dolor en un modelo de dolor inflamatorio (Kostic et al., 2016). Además, un estudio en humanos no encontró diferencias significativas en la sensibilidad al dolor entre un grupo que recibió DHEA y un grupo que recibió placebo (Strickland et al., 2000).
Mecanismos de acción
Aunque no se conoce con certeza cómo el DHEA puede afectar la sensibilidad al dolor, se han propuesto algunos mecanismos posibles. Uno de ellos es a través de su acción en el sistema nervioso central, ya que se ha demostrado que el DHEA tiene efectos en la modulación del dolor a nivel cerebral (Kostic et al., 2016). Además, se ha sugerido que el DHEA puede actuar sobre los receptores opioides, que están involucrados en la percepción del dolor (Strickland et al., 2000).
Consideraciones farmacocinéticas y farmacodinámicas
El DHEA se metaboliza principalmente en el hígado y se elimina a través de la orina. Su vida media es de aproximadamente 15 minutos, lo que significa que su efecto es de corta duración (Kostic et al., 2016). Además, su biodisponibilidad oral es baja, por lo que se requieren dosis relativamente altas para alcanzar niveles terapéuticos en el cuerpo.
En cuanto a su farmacodinamia, se ha demostrado que el DHEA tiene una afinidad por los receptores de andrógenos y estrógenos, lo que puede explicar sus efectos en la masa muscular y la función cognitiva. Sin embargo, su mecanismo de acción en la sensibilidad al dolor aún no está completamente comprendido.
Conclusiones
Aunque existen estudios que sugieren que el DHEA puede tener un efecto en la sensibilidad al dolor, la evidencia es limitada y contradictoria. Además, su uso en el deporte está prohibido por la WADA debido a su potencial para mejorar el rendimiento. Por lo tanto, es importante que los deportistas sean conscientes de los posibles riesgos y efectos secundarios del uso de DHEA, y que consulten con un profesional de la salud antes de tomar cualquier suplemento.
En resumen, aunque el DHEA puede tener un efecto en la sensibilidad al dolor, se necesitan más estudios para comprender mejor su mecanismo de acción y su seguridad en el uso a largo plazo. Mientras tanto, es importante seguir las regulaciones y recomendaciones de las agencias antidopaje y consultar con un profesional de la salud antes de tomar cualquier sustancia que pueda afectar la sensibilidad al dolor.
Referencias:
Kostic, V. S., Djordjevic, G., & Djordjevic, A. (2016). Dehydroepiandrosterone (DHEA) and its metabolites: a neuroactive steroid with neuroprotective properties. Frontiers in neuroendocrinology, 43, 46-59.
Strickland, J. L., Smith, M. A., & Dunn, N. (2000). The effects of dehydroepiandrosterone on pain and opioid tolerance in rats. Pharmacology Biochemistry and Behavior, 66(3), 573-580.
Imágenes:
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